Colima vive desde el pasado 7 de febrero una oleada de violencia que al 4 de marzo pasado dejaba 74 homicidios dolosos, 26 ataques con arma de fuego, 93 vehículos robados, entre otras estadísticas.
Por lo menos 10 lesionados fue el saldo de una carambola vehicular registrada en la carretera Manzanillo a Cihuatlán (carretera federal 200) durante la mañana de este sábado 5 de marzo de acuerdo a fuentes policiales.
Esta llamada narcoguerra repercute -particularmente- en la Zona Metropolitana de Colima-Villa de Álvarez en el contexto de enfrentamientos, asesinatos y diversos ilícitos como balaceras e incendios de casas, narcomantas y ejecuciones.
En los municipios colimenses de Manzanillo, Villa de Álvarez y la capital Colima, los feminicidios, la violencia intrafamiliar y homicidios dolosos, puntean en las estadísticas de delitos contra la mujer.
La disputa por el puerto de Manzanillo ha sumido a Colima en una nueva ola de violencia. Ese punto de entrada de precursores químicos procedentes de Asia y de tránsito de narcóticos hacia Estados Unidos busca ser controlado por grupos criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa y aliados locales.
En la conferencia mañanera, el mandatario recordó que, en el estado de Colima, la mayor incidencia delictiva se encontraba en Manzanillo y la violencia se revistió con la llegada de los infantes de Marina que controlan el puerto.
Cinco personas fueron asesinadas en los municipios de Colima, Armería y Villa de Álvarez, con lo que suman 57 muertes tras el inicio del enfrentamiento entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el grupo criminal Los Mezcales desde el pasado 29 de enero.