Cerca del 67% de los expedientes iniciados en los juzgados de Colima durante el primer semestre de 2025 correspondieron a asuntos familiares, una proporción que ha mostrado un incremento constante en los últimos años y evidencia la presión creciente sobre el sistema judicial.
En total, se registraron 5,863 casos en primera instancia. Tras los asuntos familiares, los mercantiles y civiles ocuparon la segunda línea de carga con 1,072 y 629 expedientes respectivamente, mientras que los penales y de adolescentes representaron solo una fracción mínima del total.
Para enfrentar esta saturación, la mediación y conciliación jugaron un papel relevante. Los juzgados de paz y el Centro Estatal de Justicia Alternativa gestionaron cientos de expedientes, resolviendo más casos de los que llegaron a tribunales tradicionales y ofreciendo respuestas más rápidas a conflictos familiares y mercantiles.
La concentración de asuntos familiares también plantea retos para la segunda instancia. Los 1,230 expedientes ingresados en este nivel muestran que la carga no disminuye, y que la eficiencia del Poder Judicial depende de la coordinación entre tribunales, jueces y mecanismos alternativos de resolución.
Este panorama evidencia que los tribunales de Colima enfrentan un desequilibrio en la distribución de casos. Mientras la mayoría se concentra en lo familiar, las materias mercantiles y civiles siguen teniendo relevancia, y los asuntos penales o de adolescentes permanecen marginales.
Especialistas advierten que, sin un fortalecimiento de recursos humanos, tecnológicos y procedimientos de justicia alternativa, los retrasos podrían aumentar, afectando la capacidad del sistema judicial para garantizar el acceso oportuno y efectivo a la justicia.
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