En respuesta a los daños provocados por la tormenta tropical “Dalila” en la costa colimense, el Ejército Mexicano activó el Plan DN-III-E en las comunidades de Boca de Pascuales, en Tecomán, y El Paraíso, en Armería, para atender a los damnificados y colaborar en las labores de limpieza y remoción de escombros. También se desplegó personal de la Guardia Nacional para reforzar la asistencia.
Las intensas marejadas destruyeron 26 enramadas y cinco viviendas, afectando principalmente a ramaderos y comerciantes que viven del turismo. Aunque no hubo víctimas fatales ni personas heridas, los daños materiales fueron considerables, especialmente en infraestructura turística y caminos de acceso a la playa.
“El Ejército llegó rápido, ellos son los que están ayudando a levantar lo que se puede. Hasta ahora, es lo único que hemos tenido de apoyo”, relató José Cruz Cárdenas, habitante de El Paraíso. La presencia militar ha sido fundamental para brindar seguridad y apoyar a las familias que lo perdieron casi todo.
El Plan DN-III-E contempla acciones de auxilio inmediato a la población en casos de desastre natural, como el reparto de insumos, retiro de escombros y protección civil. Los elementos castrenses colaboran hombro a hombro con los habitantes, quienes también iniciaron por su cuenta la rehabilitación de sus espacios.
Pese a la devastación, los ramaderos y comerciantes llaman a los visitantes a no abandonar las playas colimenses. “Queremos volver a trabajar, necesitamos a los turistas más que nunca”, expresaron, mientras continúan reconstruyendo entre la incertidumbre y la esperanza.
You must be logged in to post a comment Login