Ciento treinta y ocho personas murieron en Colima como consecuencia de hechos de tránsito entre enero y noviembre de 2025, un nivel que se ubicó por encima del registrado el año previo y que terminó por definir el comportamiento anual de este tipo de decesos en la entidad.
Los registros oficiales indican que en el mismo lapso de 2024 se habían documentado poco más de un centenar de víctimas, por lo que la diferencia observada en 2025 implicó un aumento de doble dígito que se sostuvo en el acumulado, aun cuando algunos meses posteriores mostraron menor incidencia.
El análisis mensual evidencia que el aumento se concentró desde el inicio del año. Enero abrió con cifras considerablemente más altas que las del mismo mes del año anterior y ese patrón se mantuvo durante el primer cuatrimestre, elevando de manera temprana el conteo total.
Entre enero y abril de 2025 se acumularon 58 muertes por hechos viales, frente a 34 registradas en el mismo periodo de 2024, una brecha que marcó el momento más crítico del año y que dejó poco margen para una corrección posterior.
Aunque a partir de mayo el comportamiento comenzó a mostrar altibajos, con meses en los que los registros se estabilizaron o descendieron respecto a 2024, esa contención parcial no logró neutralizar el impacto generado durante los primeros meses.
El periodo de verano reflejó una disminución relativa, y el cierre entre septiembre y noviembre mantuvo cifras cercanas entre ambos años, con diferencias moderadas que no alteraron el resultado acumulado.
De esta manera, pese a que la segunda mitad del año presentó señales de contención, el balance de 2025 cerró con más muertes por hechos de tránsito que el año previo, dejando en evidencia que el repunte inicial terminó por imponer la tendencia en Colima.
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