La comunidad de personas trans en Colima vuelve a levantar la voz tras un incidente ocurrido la noche del 5 de octubre, cuando Fenty Law, usuaria de un servicio de aplicación de transporte, denunció haber sido agredida por elementos de la Guardia Nacional. La víctima reportó lesiones físicas y afectaciones emocionales derivadas de la intervención.
Fenty relató que durante la revisión, los agentes la separaron de otras personas y realizaron el procedimiento sin respetar su derecho a ser inspeccionada por una mujer. La situación derivó en forcejeos y empujones, mientras los uniformados hicieron comentarios que cuestionaban su identidad de género.
El hecho ha generado alerta entre organizaciones defensoras de derechos humanos, que señalan que estas situaciones evidencian vacíos en la capacitación del personal de seguridad y en los protocolos para atender a personas trans y otros grupos vulnerables.
Tras lo sucedido, la víctima presentó una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima. La denuncia busca que se investigue la actuación de los elementos y se implementen medidas que eviten que otros ciudadanos sean sometidos a agresiones similares.
Especialistas en derechos humanos han insistido en que los operativos deben garantizar la integridad física y emocional de la población, respetando siempre la identidad de género y los derechos fundamentales de quienes son intervenidos.
El caso ha reabierto la discusión sobre la supervisión de la Guardia Nacional en la entidad y la necesidad de protocolos claros, para que la seguridad pública no se convierta en un espacio de violencia o discriminación, sino en un mecanismo de protección para todos los ciudadanos.



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