La organización Defensores del Medio Ambiente y Recursos del Mañana (Damarem) alertó que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para la ampliación del Puerto de Manzanillo no hace referencia ni a los vestigios arqueológicos ni a la importancia histórica del área, pese a que estos han sido estudiados durante años.
Damarem calificó la omisión como grave, recordando que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya había señalado la relevancia de los restos arqueológicos existentes en la Laguna de Cuyutlán.
Los ambientalistas exigieron que la revisión de la MIA se realice mediante consultas públicas presenciales, argumentando que la modalidad escrita excluye a quienes no cuentan con acceso a medios electrónicos.
El movimiento “Salvemos Cuyutlán, Laguna Viva”, junto con Damarem, también cuestionó los procesos de ordenamiento territorial, que consideran están supeditados a los tiempos del proyecto portuario y carecen de verdadera participación social.
La organización advirtió que la expansión portuaria, tal como está planteada, pondría en riesgo tanto el patrimonio cultural como los ecosistemas y la economía local, basada en pesca y turismo.
Insisten en que cualquier avance del proyecto debe garantizar evaluación integral, transparencia y participación ciudadana efectiva para proteger la historia y la biodiversidad de la región.
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