Colima se distingue como un destino turístico que privilegia la conservación natural y la tranquilidad frente a la saturación que presentan otros destinos del Pacífico mexicano. Su litoral ofrece playas con entornos poco masificados, ideales para quienes buscan contacto directo con la naturaleza.
Entre las playas más destacadas del estado se encuentra Playa La Llorona, ubicada en Tecomán, un espacio apartado sin servicios turísticos, perfecto para quienes desean desconexión total y la oportunidad de observar tortugas marinas. Por otro lado, Playa Cactus, accesible únicamente a pie o en lancha, atrae a visitantes con su paisaje rocoso y su vegetación de cactus, apropiada para senderismo y actividades al aire libre.
En el área urbana, la Bahía de Manzanillo sigue siendo un centro turístico importante, gracias a su infraestructura que permite realizar actividades como pesca deportiva y paseos en yate. Destaca también Playa Miramar, la más concurrida del estado, conocida por su oleaje moderado y sus servicios que facilitan la práctica de deportes acuáticos y el turismo familiar.
Playas como La Audiencia y Las Brisas complementan la oferta. La Audiencia, con su forma de herradura que protege del oleaje fuerte, es reconocida por su seguridad para nadar, mientras que Las Brisas combina belleza natural y comodidad, siendo popular para celebraciones como bodas. Playa de Oro, al norte de Manzanillo, ofrece un ambiente más relajado, ideal para caminatas y actividades tranquilas.
Además de sus atractivos costeros, Colima cuenta con volcanes, zonas arqueológicas y una gastronomía que enriquecen la experiencia turística. Esta combinación posiciona al estado como una alternativa para quienes valoran el turismo sostenible y auténtico en 2025.
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