En Colima, la lucha contra las adicciones se apoya en una red de centros residenciales cuya calidad y regulación varían considerablemente. Aunque la mayoría de estos espacios cuenta con permisos y supervisión oficial, una parte significativa aún enfrenta deficiencias que podrían afectar la atención a quienes buscan ayuda.
Las autoridades sanitarias han identificado que, dentro de los 80 centros que operan en el estado, sólo unos pocos cumplen con los más altos estándares de la Norma Oficial Mexicana NOM-028-SSA2-2009, que establece las reglas para un tratamiento efectivo y seguro.
Mientras tanto, un grupo considerable funciona con apenas el cumplimiento mínimo requerido, y algunos no cumplen con los criterios básicos de documentación y organización.
Este panorama refleja la necesidad de fortalecer la regulación y mejorar la profesionalización en el sector para asegurar que todas las personas tengan acceso a tratamientos confiables y de calidad. Los modelos de ayuda mutua siguen siendo los más utilizados, pero la expansión de un enfoque profesional integral es un desafío pendiente en Colima.
La supervisión continua y el compromiso de las autoridades serán clave para avanzar en este objetivo y ofrecer alternativas sólidas para quienes enfrentan problemas de adicción en la entidad.
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