La economía colimense muestra señales preocupantes de estancamiento, según lo advirtió Eduardo Sánchez García, presidente de la Coparmex en el estado. Aunque aún no se registran cierres de empresas, el líder empresarial reconoce que el panorama es delicado y requiere atención inmediata para evitar que la situación se agrave.
Durante los últimos dos meses, los diversos sectores productivos de Colima —como el hotelero, restaurantero, agrícola y de servicios— han reportado caídas en sus indicadores económicos. “Estamos viendo cómo no se alcanzan las metas de ventas ni los presupuestos proyectados. Hay una desaceleración visible en el consumo interno”, puntualizó Sánchez García.
Esta parálisis económica, explica, no es resultado de un único factor, sino de una combinación de elementos que han frenado la actividad empresarial. Entre ellos, destacó el impacto del tipo de cambio, los aranceles y una baja en el gasto público federal, que este año ha sido mucho más moderado en comparación con 2024, cuando se vivió una mayor derrama por ser año electoral.
El dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hizo un llamado a la conciencia colectiva sobre la recesión incipiente que enfrenta la entidad y subrayó la necesidad de trabajar en conjunto para revertirla. “Es momento de construir un plan de reactivación económica. Tenemos que apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas, que son las más vulnerables en este tipo de contextos”, declaró.
Aunque hasta el momento no se han reportado cierres formales de empresas, el presidente de Coparmex indicó que se están redoblando esfuerzos para acompañar y respaldar a los afiliados, fomentando sinergias entre negocios locales y buscando colaboración con el gobierno estatal y las grandes compañías para estimular el mercado interno.
“La economía está detenida y los indicadores ya son negativos. Si no actuamos pronto, podríamos ver consecuencias más severas en los próximos meses”, advirtió finalmente.
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