“No concibo la política con esto de ‘no me toca’, sino como una suma de esfuerzos y está obra es un claro ejemplo”, concluyo.

Este 9 de junio, en la antigua caseta de San Marcos Autopista que comunica la capital de Jalisco y la de Colima, la gobernadora Indira Vizcaíno Silva dio el banderazo de inicio para la reanudación de los trabajos para concluir la carretera transvolcánica Colima-Guadalajara.

Cabe recordar que la ampliación de este tramo carretero comenzó en marzo del 2011 y la proyección era concluir la obra en marzo del 2018, sin embargo, debido a un conflicto agrario y un amparo interpuesto por el Comisariado Ejidal del Poblado de San Marcos, municipio de Tonila, en Jalisco, en contra de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) y el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), los trabajos se detuvieron.

Se contempla que la obra concluya entre 6 y 8 meses. La carretera sorteará a través de varios puentes las barrancas que saturan el paisaje de la frontera interestatal y representará una reducción de tiempo para los automovilistas de 40 minutos en su recorrido de Manzanillo a Guadalajara.

Fue el viernes 25 de febrero de este año, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara la resolución del conflicto que detenía la conclusión de la obra durante su conferencia matutina realizada desde la Vigésima Zona Militar ubicada al sur del municipio de Colima.

Casi dos meses después, el 29 de abril representantes de los Gobiernos de México, Colima y representantes del Ejido San Marcos, en Tonila, Jalisco, se reunieron para dar seguimiento a los acuerdos para la conclusión de la carretera y acordar una fecha de inicio.

Más relevancia para Colima

En el acto, Indira Vizcaíno Silva resaltó la importancia del diálogo y el no imponer la visión de las autoridades a las necesidades de la gente, en este caso de los ejidatarios afectados. Por el contrario, recomendó que “se debe escuchar”.

Sobre el retraso del proyecto, la mandataria defendió las peticiones de los ejidatarios que solicitaban las obras complementarias pactadas y que dan acceso a sus ejidos.

Destacó la relevancia que tiene la conclusión de la obra para Colima, especialmente para Manzanillo, debido al importante flujo de vehículos de carga que transitan por la autopista a Guadalajara, así como para quienes de manera cotidiana utilizan esa vía para viajar entre a Jalisco.

Para la apertura de dicho tramo carretero solo resta concluir 16.5 kilómetros, lo cual deberá suceder entre 6 y 8 meses.

Dentro de los trabajos se incluye la reparación 4 puentes del tramo montaña en AtenquiqueLimónAgua Estancada y Platanar, de lo cual ya se tiene un 12% de avance.

Sobre su intervención en la conclusión del tramo que físicamente se encuentra en Jalisco, la gobernadora refirió que ello se debe a que la relevancia de la obra es mayor para los intereses del desarrollo económico de Colima que del vecino estado.

“No concibo la política con esto de ‘no me toca’, sino como una suma de esfuerzos y está obra es un claro ejemplo”, concluyo.

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